viernes, 18 de marzo de 2016

El currículo formativo en la universidad

La primera lectura encomendada fue el capítulo II de la publicación Curriculum y evaluación titulado "Concepciones curriculares" de Castro (2004). Tuvo como objetivo el que comprendamos las metateorías que orientan el currículum y que desarrollemos una actitud crítica frente a las diversas concepciones curriculares.

Adjunto a esta entrada mi mapa conceptual.



Reflexión:
Llama mi atención lo arduo y complejo que resulta el diseño curricular. En este caso, descubro que existen enfoques teóricos curriculares (técnico, práctico y crítico) y que de estos se derivan ciertas concepciones curriculares.


La concepción que me resulta útil y que puede ayudar a mejorar mi desempeño como docente es la concepción interpretativo cultural del currículo, ya que concibe la enseñanza como una actividad moral que desarrolla capacidades, valores e ideales sociales (Castro y otros, 2004); además, considera a la teoría y la práctica como aspectos inseparables. El currículo, bajo esta concepción, es abierto, flexible y contextualizado. Los objetivos se expresan como capacidades y actitudes; los contenidos, métodos, procedimientos, actividades son fines para conseguir los objetivos; los contenidos se presentan en forma de "problemas a revolver, esquemas a integrar, hipótesis a comprobar" (Castro y otros, 2004); los métodos, procedimientos y actividades están adaptados al conocimiento previo de los estudiantes; la evaluación es procesal, es decir, se concentra más en los procesos que en los contenidos. El profesor, además, actúa como mediador del aprendizaje, reflexivo y crítico. Me parece una propuesta que integra adecuadamente los distintos aspectos implicados en el diseño del currículo, lo cual favorece al estudiante, el principal actor del proceso de enseñanza-aprendizaje.

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